Las fiestas decembrinas son muy importantes en la vida contemporánea. Muchas familias planean reuniones, grupos de amigos, compañeros de generación estudiantil se reúnen para ratificar pactos, alianzas y solidaridades.
Una pregunta interesante es por qué se festeja la Navidad, la llegada del Mesías, el hijo de Dios precisamente el 25 de diciembre. Los eruditos señalan que en la Biblia no existe ninguna mención de la fecha de nacimiento de Jesús de Nazaret. Complican el panorama las dificultades contextuales.
Los censos que hacía el Imperio Romano destinados a conocer el número de tributarios de los distintos pueblos dominados se habían iniciado con Augusto y le permitían evaluar y ponderar la situación económica y social de sus territorios. Según la tradición, José y su esposa embarazada debían regresar a Belén para ser censados.
Diciembre en Palestina es un mes muy complicado para un censo, las condiciones ecológicas que describe la Biblia estarían más referidas al mes de septiembre, en diciembre puede llegar a nevar.
Fue el emperador Constantino quien decretó que se celebrara la Navidad el 25 de diciembre, para que coincidiera con las fiestas paganas del solsticio de invierno, que se celebraban en Roma y en una diversidad de pueblos. Si bien el solsticio tiene lugar el día 21 de diciembre, el día más corto (y muchas veces) el más frío del año.
El 25 de diciembre había sido introducido en la Antigua Roma por el emperador Aureliano en conmemoración por el Nacimiento del Sol Invicto de la tradición asiria y la estrategia del cristianismo como religión de Estado estaría destinada a rescatar, asumir y transformar las fiestas destinadas a los antiguos dioses para lograr una “transición suave” de los conversos.
Ante el éxito obtenido y ya instalado el cristianismo continuaron añadiendo un conjunto de ingredientes que fortalecieran los elementos culturales que fortalecerían la conversión.
Uno de ellos está vinculado al papel de los Reyes Magos y a Santa Claus, que son también personajes mitológicos articulados al contexto cultural.
Santa Claus está vinculado a Nicolás de Bari, un obispo que acostumbraba repartir juguetes a los niños. El personaje histórico repartió su riqueza entre la gente pobre, siguiendo las costumbres de las comunidades del cristianismo primitivo.
La Navidad y sus personajes folklóricos se fueron transmitiendo y en la actualidad existe una articulación de diferentes relatos que son aprovechados por los niños, quienes en forma eclécticas reciben regalos el 25 de diciembre y el 6 de enero también son visitados por los Reyes Magos.
En sentido estricto los cristianos cristianizaron una fiesta precristiana y celebran el 25 de diciembre como el nacimiento de Jesús de Nazaret. Solo queda decirles que pasen una Feliz Navidad.












