Ndavaa lleva el calzado de Oaxaca a los pies del mundo

Las huellas de la familia García alcanzaron hasta Israel, donde el calzado del colectivo Ndavaa llegó para satisfacer a cientos de clientes que reconocen la calidad y originalidad de los productos oaxaqueños.

Aunque nació hace 13 años y desde entonces se ha convertido en una fuente de empleo para decenas de familias, el origen de este colectivo —conformado principalmente por mujeres— se remonta a más de 35 años atrás, cuando Clara García y su esposo Germán, empezaron a elaborar sandalias. Ndavaa, en zapoteco del Valle, significa “mi sandalia”.

Los García obtenían aproximadamente 50 a 60 toneladas anuales de materia prima para curtir, que se surtía en los municipios que circundan la ciudad; no obstante, la aparición y el uso del vinil propició el cierre de curtidurías y con ello, el colapso de la fuente de trabajo de la familia.

Después de su último pedido, la pareja se quedó con unas 40 toneladas de productos. Entonces decidieron comenzar a curtir piel y se convirtieron en la única familia del pueblo que elaborara huaraches. Era 1983.

Les tomó más o menos tres años aprender a curtir y elaborar calzado. Las ganancias alcanzaban apenas para los gastos de la casa y recuperar la inversión que se hacía en material y herramientas de trabajo. Más tarde, lograron destacar en la venta y elaboración de huaraches típicos que son usados por mujeres y hombres dedicados al campo. Sus productos llegaron a otros pueblos.

En su tiempo libre, Clara y su hija Laura empezaron a experimentar con la creación de sandalias. El primer diseño alternativo al tradicional fue uno elaborado con semillas pintadas. En un día de venta, tres pares del mismo modelo fueron adquiridos por una diseñadora de modas, quien motivó a seguir creando.

Decididas a reactivar el mercado e innovar para distinguir su iniciativa, Clara y sus hijas Laura y Graciela crearon Ndavaa, que poco a poco se dio a conocer por su originalidad.

Además de las ferias artesanales en el país, Ndavaa ofrece sus productos en redes sociales, como Facebook, donde tienen más de 33 mil seguidores. Los precios oscilan entre los 300 pesos, para los huaraches clásicos, y hasta mil pesos para los pares más elaborados.

En 2011, Ndavaa ganó el premio nacional de Empresa Exitosa que otorga el Fondo Nacional de Apoyo a Empresas de Solidaridad (Fonaes). El galardón puso en la mira del mundo a la empresa y ante ello, la embajada de Israel contactó a las representantes de la iniciativa para que asistieran a ese país a mostrar sus productos en 2012 y 2015.

Actualmente, existen alrededor de 300 prototipos originales de pares de calzado. Los modelos son ofertados también a través de plataformas de venta como Mercado Libre y próximamente, en Amazon.