Luego de todas las situaciones adversas que ha vivido el país en los últimos días, la Iglesia Católica dijo a los creyentes que no es tiempo desánimos y debilidades sino de volver a sus fundamentos para seguir construyendo “una roca firme”.

“No es tiempo pues para desánimos y debilidades, sino para volver a nuestros fundamentos y desde ahí, más fortalecidos y llenos del Espíritu del Señor, seguir construyendo sobre roca firme”, mencionan.

En su editorial del semanario “Desde la Fe”, mencionaron que pocos momentos en la historia nos han ofrecido esta sensación, que en el mejor de los casos podríamos denominar hoy como de incertidumbre, definida ésta como la falta de seguridad, de confianza o de certeza sobre algo.

En su editorial enumeraron algunos de estos sucesos para darse cuenta cómo en un abrir y cerrar de ojos, la realidad ya es otra, y su impacto no termina todavía de serenar nuestros ánimos: la pandemia que en nuestro país ha cobrado ya más de 260 mil muertes; temporada de huracanes cuyo embate, acaecido con tanta fuerza y rapidez, que apenas si nos ha dejado tiempo para reaccionar y ver como el torrente de agua ha arrasado igual vidas e ilusiones; un sismo de 7.1 grados de magnitud, que nos hace evocar otras tragedias que han conmocionado nuestra nación justamente en este mes patrio; desgajamiento de cerros que han cobrado también vidas humanas y han dejado a cientos de familias sin hogar.

Además, dijeron que cuando de hogares y familias hablan, la reciente ley aprobada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en el artículo 10 bis, sobre el aborto, vuelve a ponerlos en vilo, cuando inclusive la objeción de conciencia está pensando ahora en catalogarse como discriminación.

Por ello, dijeron que cuando la realidad parece ensañarse con nosotros, es momento de volver a lo fundamental. Y lo fundamental radica en no perder de vista jamás que sí sabemos hacia dónde nos dirigimos, porque el proyecto del Reino de Dios, anunciado y vivido por Jesucristo, pervive a lo largo de la historia. Y es justamente ese proyecto el que da sentido y cohesión a toda nuestra existencia y nos hace leer cada acontecimiento en clave salvífica.