Activistas internacionales que fueron deportados por Israel tras la interceptación militar de su flotilla con destino a Gaza denunciaron haber sido víctimas de violencia y “tratados como animales”.
La flotilla Global Sumud (“resiliencia” en árabe), partió en septiembre de Barcelona con el objetivo de llevar ayuda humanitaria a este territorio palestino que, según la ONU, sufre una hambruna.
Pero fue interceptada por Israel, que impone un bloqueo naval alrededor de este enclave.
Israel detuvo a más de 400 personas y deportó a los primeros detenidos el viernes. Entre ellos, 137 activistas de 13 países. Paolo Romano, político italiano, relató que fueron abordados por barcos militares, obligados a arrodillarse y golpeados si se movían. También denunció insultos y amenazas con armas durante su detención.
“Nos trataron como animales”, dijo este consejero regional de Lombardía (Italia).