El gobierno del presidente Donald Trump dijo el viernes que pagaría 2 mil 500 dólares a los niños migrantes para que regresen voluntariamente a sus países de origen, ofreciendo un nuevo incentivo para persuadir a las personas a autodeportarse.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) no especificó cuánto recibirían los migrantes o cuándo entraría en vigor la oferta, pero The Associated Press obtuvo un correo electrónico dirigido a refugios de migrantes que indicaba que los niños de 14 años o más recibirían 2 mil 500 dólares cada uno. A los niños se les dieron 24 horas para responder.
El aviso a los refugios de la Administración para Familias y Niños, que depende del Departamento de Salud y Servicios Humanos, no indicaba alguna consecuencia para los niños que rechazaran la oferta. Se pidió a los directores de los refugios que se dieran por enterados de la oferta en un plazo de cuatro horas.
El ICE dijo en un comunicado que la oferta sería inicialmente para jóvenes de 17 años.
“El pago para apoyar un regreso a casa se proporcionaría después de que un juez de inmigración apruebe la solicitud y el individuo llegue a su país de origen”, afirmó el ICE. “El acceso al apoyo financiero al regresar a casa ayudaría si eligen esa opción”.
Operación “Freaky Friday”
Hasta el momento, el ICE, el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Salud y Servicios Humanos no han respondido a preguntas sobre la cantidad del pago y la elegibilidad por edad.
El ICE desestimó los informes difundidos entre abogados y defensores de inmigración de que estaba iniciando una operación mucho más amplia para deportar a niños migrantes que ingresaron al país sin sus padres, llamada “Freaky Friday”.
El gobierno también ha ofrecido mil dólares a los adultos que abandonen el país voluntariamente. Activistas dijeron que la considerable suma podría impedir que los niños tomen decisiones informadas.
“Para un niño, 2 mil 500 dólares podría ser la mayor cantidad de dinero que haya visto en su vida, y eso podría hacer que sea muy, muy difícil para ellos sopesar con precisión los riesgos a largo plazo de tomar la salida voluntaria frente a intentar quedarse en Estados Unidos y pasar por el proceso judicial de inmigración para obtener el alivio al que podrían tener derecho legalmente”, indicó Melissa Adamson, abogada sénior del Centro Nacional de Derecho Juvenil.