Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió explícitamente a ex trabajadores despedidos de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) que él resolvería la situación, pidiéndoles que “le tuvieran confianza”, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) informó que es el Gobierno Estatal el que “debe atender su reinstalación”.
Lo anterior, lo dio a conocer el Insabi luego de que un grupo de unos 100 extrabajadores que forman parte del Movimiento Único de Trabajadores Eventuales de los Servicios de la Salud de Oaxaca (Mutesso), tomó el martes pasado sus instalaciones y cerró los accesos, impidiendo la salida de más de 300 empleados federales, quienes estuvieron retenidos desde las 13:30 de la tarde.
Se trata de exempleados que forman parte de los 2 mil 125 trabajadores eventuales cuyo contrató expiró el 15 de septiembre pasado y quienes no fueron recontratados bajo el argumento de que no existen recursos para tal fin, pues ingresaron a la dependencia en las dos administraciones pasadas con plazas que no contaban con una partida presupuestal que las respaldara.
El propio gobernador Alejandro Murat ha informado a los extrabajadores que al no contar con un presupuesto para estas plazas, el pago de sus nóminas se realizaba a través de otras partidas que sí contaban con recursos, lo que implicaba que ese dinero se desviaba y se aplicaba a las nóminas de las plazas creadas.
Dos días después, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió a los trabajadores que resolvería su situación y les pidió “que le tuvieran confianza”, esto luego de que el personal protestó en su gira por el estado. Mientras que el 20 de septiembre, el presidente anunció que los titulares del Instituto de Salud para el Bienestar y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) visitarían Oaxaca para mantener un encuentro con el gobernador Alejandro Murat y dialogar sobre el tema, como por igual revisar la situación laboral de los trabajadores. Lo cual ocurrió tres días después.