El presidente Andrés Manuel López Obrador urgió a la Fiscalía General de la República (FGR) a que acelere y desahogue el caso Emilio Lozoya, pues señaló que a él le gustaría que se aplicara el principio de justicia rápida y expedita para que no se acumulen casos.

“Lo único que yo quisiera como cualquier otro ciudadano, es que se aplicara el principio de justicia rápida, expedita, que no se acumulen los casos y que no sólo sea de consumo publicitario, propagandística, sino que no haya espectacularidad como era antes, porque eran a ocho columnas.

“Se investiga y se le encontraron tantas residencias y departamentos en el extranjero, y está por salir la orden de aprehensión y ya ese tipo de acusaciones de tipo político, y más ahora que viene las elecciones. Hay que cuidar todo eso.

“Entonces para evitar que todo se quede en escándalo político, lo que hay que hacer es darle celeridad, o sea que rápido, que la Fiscalía, lo digo con todo respeto, que ya se desahoguen estos casos”,dijo.

Sin embargo, en Palacio Nacional, reconoció que estas investigaciones requieren tiempo para integrar las averiguaciones, pues señaló que si están mal integradas las investigaciones, se corre el riesgo de que sean rechazadas por el Ministerio Público.

Guía Ética

En la conferencia de prensa, el mandatario presentó la Guía Ética para Transformar a México propone que “desde una perspectiva humanista” se debe de dar terapia psicológica a criminales y corruptos para que puedan redimirse.

El titular de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, José Agustín Ortiz Pinchetti, y quien además colaboró en la redacción de esta guía leyó el punto 10 titulado “De la redención No se debe de enfrentar el mal con el mal”.

“No se debe enfrentar el mal con el mal. En la antigüedad la redención se refería a un acto por medio del cual un esclavo tenía su libertad o bien el pago para recuperar un objeto empeñado.

“Actualmente significa la superación de errores, la toma de conciencia por actos indebidos y un arrepentimiento que implica el reconocimiento de culpabilidad y el propósito de no incurrir de nuevo en un delito o en una acción inmoral.

“Desde una perspectiva humanista, los criminales y corruptos pueden redimirse por medio de la reflexión, la educación y terapia psicológica, sin renunciar a la posibilidad de sanciones como la privación de la libertad”, concluyó.