Una intoxicación de 30 por ciento de monóxido de carbono en la sangre tenía el piloto Roberto Coppe Obregón cuando se estrelló el helicóptero en el que viajaban la gobernadora Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle.

Lo anterior fue revelado por la autopsia, sin embargo, ninguno de los otros ocupantes mostró esa intoxicación, ni siquiera el copiloto de la aeronave que se desplomó el 24 de diciembre de 2018 en un campo en el municipio conurbado de Coronango.

En un reporte publicado por Proceso, Gilberto Vladimir, abogado defensor del mecánico Ricardo Montiel, declaró que este hecho no fue considerado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) al momento de indicar las razones de la caída.