Una polémica se desató en Estados Unidos tras la decisión de Twitter de cancelar permanentemente la cuenta del presidente Donald Trump, alegando riesgos de “más incitación a la violencia” tras la letal insurrección en el Capitolio federal del miércoles.
Shannon McGregor, profesora adjunta de periodismo y medios de comunicación de la Universidad de Carolina del Norte, dijo que la medida le permite a Twitter intentar quedar bien con el gobierno de Biden. A Trump “sólo le quedan dos semanas en el poder y eso ciertamente facilita retirar al presidente de la plataforma”, dijo.
Twitter, acusado durante mucho tiempo de tratar al presidente con tibieza, comenzó a monitorear los tuits de Trump de manera más enérgica a partir de los primeros días de la campaña presidencial, cuando la compañía comenzó a etiquetar activamente sus tuits falsos sobre el fraude electoral supuestamente generalizado, afirmando que eran dudosos. Una suspensión permanente real había sido casi inimaginable, al menos hasta que perdió su candidatura a la reelección.
Normas
Desde hacía mucho tiempo Twitter le había dado a Trump y a otros líderes mundiales amplias excepciones a sus normas, las cuales prohíben los ataques personales, el discurso de odio y otros comportamientos, pero en una explicación publicada en su blog el viernes, la compañía dijo que los recientes tuits de Trump equivalían a una glorificación de la violencia cuando se leen en el contexto de los disturbios en el Capitolio y los planes que circulan en línea para futuras protestas armadas en torno a la juramentación del presidente electo Joe Biden.