Por 24 horas, Ley de Aguas convierte San Lázaro en ring

Los diputados de la oposición, desde el inicio, cuestionaron la prisa de los legisladores del oficialismo por aprobar la reforma. Cortesía
Los diputados de la oposición, desde el inicio, cuestionaron la prisa de los legisladores del oficialismo por aprobar la reforma. Cortesía

La reforma de la Ley de Aguas planteada por la presidenta Claudia Sheinbaum estuvo congelada dos meses en la Cámara de Diputados, pero una vez que recibieron luz verde, los diputados del oficialismo la aprobaron en fast track en un solo día.

El miércoles a las 10 de la mañana se echó a andar la maquinaria de la mayoría, y en menos de dos horas, la aplanadora de Morena y sus aliados avalaron el dictamen en la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento, y de inmediato se envió a la Mesa Directiva para que se discutiera en la sesión que inició ayer.

A las 14:30 horas, el pleno comenzó la discusión, por lo que los diputados tan solo tuvieron dos horas y media para estudiar un dictamen de 556 páginas, y 50 modificaciones que hizo la Comisión.

Oposición cuestiona prisa

Los diputados de la oposición, desde el inicio, cuestionaron la prisa de los legisladores del oficialismo por aprobar la reforma, ante las diversas protestas de cientos de productores agrícolas de Baja California, Tlaxcala, Veracruz, Guanajuato, Zacatecas, Querétaro, Chihuahua, entre otras entidades, que se opusieron a los cambios legales planteados por el Ejecutivo porque afectará la producción de alimentos, aseguraron.

Por el contrario, Ricardo Monreal, coordinador de Morena, desacreditó las protestas de los trabajadores del campo y aseguró que reclamaron porque estaban desinformados.

No le movieron ni una coma

Después de 24 horas, más de 220 oradores y casi 70 modificaciones hechas solo por el bloque mayoritario de Morena, PT y PVEM, los diputados de oposición denunciaron que dichos cambios únicamente fueron “cosméticos” y “no le movieron ni una coma” a la reforma propuesta por Sheinbaum Pardo.

Legisladores del PRI subieron a tribuna con carteles que rezaban: “El agua es de todos, no de Morena”, “Morena quiere a los campesinos en la cárcel”, “Sin agua en el campo, no hay alimento en tu mesa”, “Morena odia al campo”, “El agua es vida, no botín político”.

Por su parte, los panistas acusaron a varios perfiles de Morena, entre legisladores, funcionarios y exfuncionarios, de ser “acaparadores de agua”.

Los gritos, insultos y jaloneos tampoco faltaron durante la discusión de la reforma a la Ley de Aguas. Uno de los momentos ríspidos lo protagonizaron los coordinadores del PRI, Rubén Moreira, y de Morena, Ricardo Monreal.

Los reclamos y gritos escalaron a empujones cuando diputados del PAN fueron a confrontar al petista Adrián González Naveda en los espacios que ocupan las curules de Morena y el PT.

Al final de la presentación de reservas, después de más de 20 horas de discusión, a las 12:35 horas del jueves, los coordinadores del PRI, Morena, PT y PVEM empezaron a subir a tribuna para cerrar el debate, ya calmados, hicieron llamados a la civilidad para dejar atrás el encono que pudieran haber provocado las acusaciones que se lanzaron mutuamente durante la discusión de la reforma a la Ley de Aguas.

Senado inicia debate sobre Ley de Aguas

Este jueves, la mayoría de Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo en el Senado de la República rechazaron la propuesta de la bancada del Partido Acción Nacional de moción suspensiva para detener el proceso de discusión de la minuta que expide la nueva Ley General de Aguas y reforma la Ley de Aguas Nacionales.

El coordinador del PAN, Ricardo Anaya, argumentó que la minuta impulsada por Morena tiene dos dardos envenenados que llevarán al país a avanzar hacia un régimen dictatorial: la adicción del régimen por el control político y su aversión hacia la propiedad privada.

“A la mala tomaron el control de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Controlan todos los colegiados. Controlan todos los jueces de distrito. Controlan todos los jueces administrativos. No tienen llenadera. Ahora quieren el control del agua. Quieren tener de rodillas a cualquier campesino que tenga una concesión de agua”, denunció.