Sebastien Lecornu, el recién re-nombrado primer ministro de Francia, reconoció que no había “muchos candidatos” para su puesto, y que podría no durar mucho en el cargo dadas las profundas divisiones políticas del país.
Lecornu, quien el viernes fue designado nuevamente premier francés por el presidente Emmanuel Macron tras una semana de caos político, hizo un llamado a la calma y al apoyo de los partidos políticos para producir un presupuesto para la segunda mayor economía de la Unión Europea antes de plazos inminentes.
Su nombramiento se considera la última oportunidad de Macron para revitalizar su segundo mandato, que se extiende hasta 2027. Su campo centrista carece de mayoría en la Asamblea Nacional y enfrenta críticas crecientes incluso dentro de sus propias filas.
Pero los rivales desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda criticaron la decisión de Macron de renombrar a Lecornu, el cuarto primer ministro de Francia en apenas un año. Francia está luchando con crecientes desafíos económicos y una deuda en aumento, y la crisis política está agravando sus problemas y generando alarma en toda la Unión Europea.
“No creo que hubiera muchos candidatos”, declaró Lecornu a los periodistas el sábado durante una visita a una comisaría en el suburbio parisino de L’Hay-les-Roses.