La prohibición de alimentos y bebidas con alto contenido calórico, también conocida como chatarra, que arrancó en las escuelas el pasado 31 de marzo, provocará la pérdida de empleos al disminuir las ventas de las empresas, advirtió el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Juan José Sierra Álvarez.
El sector privado está a favor de la regulación, pero no de la prohibición, pues es importante que haya un proceso de transformación, de cambio paulatino para que la empresa pueda programar y planear, no tiene que ser repentino, indicó el líder del sindicato patronal.
Desde su punto de vista, dada la desaceleración por la que atraviesa la economía nacional, urge ser mucho más cuidadosos en las decisiones de política pública.
Señaló que la prohibición puede traer desempleo en los concesionarios de cafeterías de las universidades y escuelas de educación media superior.
Lo comerán afuera de la escuela
El presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera, opinó que la prohibición es una medida equivocada, porque al impedirse la venta de estos alimentos en las cafeterías de las instituciones, sobre todo en preparatorias y universidades, el alumno se va a trasladar fuera de la escuela.
“Estos lineamientos no solo no cancelan la demanda, sino la estimulan, porque una prohibición no deriva en un cambio de hábitos”, expuso.
Dijo que la prohibición no va de la mano de ninguna campaña de concientización, sin llamar a la razón y la conciencia, y tampoco se atiende a la salud emocional de los estudiantes.
Indicó, comer una ensalada saldrá más caro a los estudiantes y no necesariamente les dará la energía que requieren.