La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, confirma en cada acción que “es tiempo de mujeres”, la terna enviada al Senado de la República una vez más da cuenta de ello. Y es que más allá del género, resulta incuestionable que los perfiles seleccionados son de primera línea.
A la llegada de Ernestina Godoy Ramos a la Fiscalía General de la República, hay que resaltar que tiene sobradas cartas credenciales, es una jurista completa con una vasta experiencia en la administración pública y en el ámbito de la procuración de justicia, su paso por la fiscalía capitalina es prueba de ello.
La nueva fiscal general de la República ha demostrado un compromiso extraordinario con la pacificación del país a través del combate del delito, siempre con pleno respeto a los derechos humanos y la perspectiva de género. Su actuar al frente de los diferentes cargos públicos ha sido siempre transparente y en el marco de la ley.
Acompañó por poco más de un año a la presidenta de México desde la Consejería Jurídica, impulsando importantes reformas para darle bases sólidas al Segundo Piso de la Cuarta Transformación.
Hizo del diálogo y el consenso el mejor instrumento democrático para alcanzar importantes acuerdos en beneficio del pueblo y del desarrollo nacional. No existe duda alguna de su compromiso, capacidad y profesionalismo.
Regresarle la tranquilidad a las y los mexicanos, combatir la impunidad y garantizar el acceso a la justicia mediante una investigación profesional, objetiva y científica, ha sido una causa que abraza sin descanso.
Se espera haga una excelente mancuerna con el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, con quien se conocen de tiempo atrás y juntos han dado excelentes resultados.
Asimismo, fortalecerá la reforma al Poder Judicial, pues la procuración e impartición de la justicia deben ser almas gemelas y avanzar en paralelo, ya que una carpeta de investigación mal integrada no puede resultar en sentencia condenatoria. Ernestina hará lo propio hasta que la justicia sea una realidad cotidiana y no un privilegio.
Su llegada a la Fiscalía General de la República manda un mensaje claro a evasores fiscales, criminales y funcionarios corruptos: Tolerancia cero a la impunidad. Nada ni nadie por encima de la ley.
Ernestina fue, es y seguirá siendo una pieza clave para la gobernabilidad, la regeneración de la vida pública y la transformación del país. Su lealtad a México y convicciones son su mejor carta de presentación.












