Venezuela realizó simulacros de preparación ante desastres naturales y conflictos armados, en alerta máxima por un despliegue militar estadunidense frente a sus costas que despierta temores de invasión.
La movilización se suma a jornadas de alistamiento de civiles en la reserva militar, ejercicios militares en cuarteles y entrenamiento castrense en barriadas populares.
Ejecución extrajudicial
El gobierno de Nicolás Maduro denuncia como una “amenaza” la presencia militar estadounidense en el sur del Caribe, donde la administración del Trump tiene desplegados ocho buques de guerra y un submarino de propulsión nuclear como parte de un plan para combatir el narcotráfico.
Washington asegura que en las últimas semanas destruyó al menos tres embarcaciones supuestamente cargadas con drogas provenientes de Venezuela con un saldo de 14 fallecidos, en una acción descrita por expertos de la ONU como una “ejecución extrajudicial”.
Además, según fuentes citadas el viernes por el canal estadounidense NBC, “responsables militares estadounidenses están elaborando opciones para atacar a los traficantes de droga dentro de Venezuela”.
Maduro dijo que tiene listo un decreto para declarar un estado de excepción, un “instrumento constitucional” que tiene en sus manos “por si la patria es agredida militarmente”.
El simulacro del sábado fue diseñado para enfrentar desde un terremoto y un tsunami hasta un conflicto bélico, según un documento oficial. Unos 400 centros de adiestramiento fueron habilitados.
El objetivo, explicó Richard Carpio, un empleado público de 57 años, es que “ante cualquier evento que se pueda suscitar en el país (...) todo el mundo sepa qué es lo que tiene que hacer”.