El expresidente Felipe Calderón negó “categóricamente” haber incurrido en acto alguno de corrupción o ilegalidad en la convocatoria o construcción de la llamada “Estela de Luz”. 

La denuncia “es una maniobra política baja, sin sustento legal alguno, que incluso usa frases coloquiales del gobierno como ´chivos expiatorios´ pero es frívola e improcedente”, estimó el exmandatario, al ver detrás de ella la intención de desviar la atención de los graves problemas nacionales.

En la querella “ni siquiera hay un acto que específicamente se me impute a ese respecto, salvo el de ser presidente de la República, y como tal, haber impulsado la Construcción de ese Monumento Conmemorativo”, sostuvo.

Finalmente, Calderón desestimó así la denuncia presentada ayer por empleados de la empresa que construyó esa mega obra, a través del abogado Gabriel Regino García, y en la que se le acusa al él, a la exjefa de la oficina de la Presidencia, Patricia Flores Elizondo, entre otros, por abuso de autoridad y ejercicio indebido de funciones pues a su juicio el fin de la obra fue concretar un esquema de desvío de recursos.