Después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, propuso trasladar por la fuerza a todos los palestinos de Gaza para que Estados Unidos pueda tomar control del territorio devastado y reconstruirlo para otros. Grupos de derechos dijeron que sus comentarios equivalían a un llamado a la “limpieza étnica” y expulsión forzada.
El llamado de Trump para despoblar Gaza ha dejado atónitos a los palestinos. Cientos de miles en el territorio se apresuraron a regresar a sus hogares —incluso si estaban destruidos— tan pronto como pudieron después del alto al fuego alcanzado el mes pasado entre Israel y Hamás.
Aunque algunos expertos especularon que la propuesta de Trump podría ser una táctica de negociación, los palestinos en toda la región vieron en ella un esfuerzo por borrarlos completamente de su patria, una continuación de la expulsión y desplazamiento de cientos de miles de palestinos de sus hogares en lo que ahora es Israel durante la guerra de 1948 que rodeó su creación.
Ese evento es conocido entre los palestinos como la “Nakba”, o “Catástrofe”, en árabe. La declaración de Trump —un cambio radical respecto de años de política estadounidense— se alineó con llamados de políticos de extrema derecha en Israel para expulsar a los palestinos de Gaza, particularmente hacia Egipto.
“No queremos que se repita la tragedia de nuestros antepasados”, dijo Abu Elaish, un trabajador de la salud.