Reconocimiento a las aportaciones de los migrantes

Por mandato de la asamblea general de la ONU, el próximo 18 de diciembre se conmemora el Día Internacional del Migrante, fecha propicia para informar, reflexionar, sensibilizar y visibilizar los enormes retos que enfrentan todos los días millones de migrantes que han decidido cambiar su residencia y lugar de origen, en la búsqueda de nuevas y mejores oportunidades laborales y sociales, a fin de modificar su situación presente, en donde la pobreza y falta de opciones para vivir con mínimas condiciones de bienestar, son la moneda de curso común.

En la gran mayoría de casos, migran por necesidad más que por gusto. En algunos otros casos, optan por hacer largos viajes a países desconocidos, con un idioma, religión, cultura, tradiciones y valores muy diferentes a los que tienen en los lugares de los que son oriundos, por razones de seguridad y protección en sus personas y patrimonio.

Hay una migración intuitiva, que busca la subsistencia como solución a sus problemas locales. En el futuro cercano, es probable que también se vea altas migraciones por causa del cambio climático, como ya ha sucedido desde tiempos muy remotos.

Una vez que han logrado cruzar las difíciles condiciones previas que impone una frontera por mar o tierra, empiezan inmediatamente nuevas dificultades para asentarse en la nueva ciudad o pueblo a residir, como es el tratar de comunicarse en un idioma del que saben poco o nada, la discriminación por estereotipo, la segregación étnica, el aislamiento social y cultural, el abuso laboral y la limitación de ser beneficiados por diversos programas de gobierno, al carecer de una residencia legal que habilite el reconocimiento de sus derechos, como residentes documentados.

A pesar de tantas adversidades, son ejemplo de resiliencia, dignidad, trabajo, esfuerzo, solidaridad y, sobre todo, de voluntad para mejorar su situación personal y familiar. Trabajan mucho y muy bien. Por su circunstancia de no tener residencia documentada, evitan en lo general tener problemas con la justicia, por lo que se vuelven de facto en ciudadanos ejemplares, que hacen grandes aportaciones económicas, sociales y culturales en las ciudades en las que viven en una lamentable e injusta situación de vulnerabilidad.

En Nueva York, afortunadamente se empieza a escribir una nueva historia para los migrantes no documentados, ya que al ser ciudad y Estado santuario, se limita la actividad de las instancias federales encargadas de hacer detenciones y deportaciones a niveles muy marginales, lo cual ofrece mayor seguridad y certeza para los connacionales que se encuentran en dicha situación.

Sin embargo en otros lugares de Estados Unidos la situación es complicada, pero los migrantes siguen buscando a pesar de todas esas circunstancias el sueño americano.