La presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo, afirmó que la reforma electoral será el eje central y el “platillo fuerte” del periodo ordinario de sesiones que iniciará en febrero próximo, misma que dijo, no se aprobará vía fast track, sino que será objeto de una discusión amplia y profunda, al nivel de la reforma al Poder Judicial.
Durante un encuentro con medios de comunicación, la senadora de Morena dejó en claro que el Congreso no se va a apresurar para una reforma de tal calado, pues se trata de una transformación estructural del sistema electoral mexicano.
Castillo Juárez señaló que la iniciativa electoral impactará no solo las reglas de competencia política, sino también la conformación de las instituciones electorales, los mecanismos de representación y diversos aspectos relacionados con la austeridad republicana, por lo que su análisis requerirá tiempo y debate.
Críticas
Ante las críticas de que el Poder Legislativo aprueba reformas “sobre las rodillas”, la presidenta del Senado rechazó que ese sea el actuar de la Cámara Alta y aseguró que muchas de las iniciativas que hoy se concretan han sido producto de años de lucha política y reflexión legislativa.
“No coincido en que se esté legislando sobre las rodillas. Hay un gran acervo de iniciativas que se han venido trabajando durante muchos años y que ahora ha sido posible cristalizar”, puntualizó.
En ese contexto, reiteró que la reforma electoral no será sacada de manera apresurada, y que habrá una discusión legislativa responsable, acorde con la magnitud de los cambios que se prevén.
Cuestionada sobre posibles cambios como la reducción del financiamiento público a los partidos políticos o la disminución de legisladores plurinominales, Laura Itzel Castillo consideró legítimo avanzar hacia una política de austeridad que garantice la representación proporcional de las fuerzas políticas, incluidas las minorías.
Explicó que aunque podría haber una reducción en el número total de legisladores, esta tendría que ser proporcional, de acuerdo con la votación obtenida por cada partido.
Sobre las acusaciones que pesan contra la académica María Amparo Casar, la senadora descartó que se trate de una persecución política, aunque consideró que el caso tiene principalmente un impacto reputacional, al estar relacionado con posibles faltas éticas.
“Habla de una probable falta de ética. Todos debemos conducirnos de acuerdo con nuestros principios”, expresó.












