Reforma no es necesaria antes de comicios

Los ex consejeros y el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, rechazaron de forma unánime la reforma electoral presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, tras calificarla de autoritaria, regresiva y que busca debilitar su autonomía.

Lorenzo Córdova señaló que no es necesaria una reforma electoral antes de 2024, menos si se busca construir desde rencores y venganzas.

Durante el panel “La importancia del INE para garantizar elecciones libres y equitativas en México”, organizado por la Universidad de Guadalajara, sostuvo que el órgano electoral funciona, lo que se refleja en sus índices de credibilidad.

“Yo no sé si un momento en el cual a quien no está de acuerdo contigo lo tildas de ‘traidor a la patria’ sea el mejor momento para generar ese amplio consenso que requiere una reforma electoral. Cuando se divide al país entre buenos y malos, esta lógica de polarización, hablar de una reforma es la peor idea, porque lo único que va a provocar es que las nuevas reglas sean fuentes de conflicto, no de solución”, expuso.

En tanto, el primer consejero presidente del entonces IFE, José Woldenberg (1997-2003), advirtió que la reforma presentada por el presidente intenta mermar la autonomía de las instituciones electorales “para alinearse a la voluntad oficial”, por lo que de aprobarse significaría una regresión democrática.

“Sabemos que el titular del Ejecutivo cree que sus intenciones son las únicas valiosas y que el resto de los poderes constitucionales, órganos autónomos, partidos, medios, organizaciones de la sociedad civil, solo deberían ser eco de la voluntad presidencial”, apuntó.

En opinión del ex consejero presidente Leonardo Valdés (2008-2013), secundó el rechazo a la iniciativa presidencial al considerarla un retroceso en la conformación del Consejo General del órgano electoral.

Ante la falta de acuerdos en el Congreso, planteó un escenario en el que la ciudadanía únicamente vote por los 20 candidatos propuestos por el titular del Ejecutivo en turno, es decir, decidiría quién organiza la elección de su sucesor.