La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París, además de celebrar al deporte, también brindó un espacio para el arte, en donde no solo la danza y la música se hicieron presentes, sino también la pintura.
Al presentar una versión drag queen de La Última Cena de Leonardo Da Vinci, en donde diversas personas de la comunidad LGBT+ se vistieron de manera extravagante e intentaron recrear las poses de la pintura original, muchas personas cristianas se han pronunciado al respecto, criticando este evento y llamándolo “irrespetuoso”.
Ante estos actos, el obispado francés se pronunció al respecto, calificándolos como “burla del cristianismo”.
Así lo expresaron a través de un comunicado publicado en sus redes sociales: “La ceremonia de apertura propuesta anoche por el Cojop ofreció al mundo entero maravillosos momentos de belleza, alegría, ricos de emociones y universalmente saludados. Lamentablemente, esta ceremonia incluyó escenas de escarnio y burla del cristianismo, que deploramos profundamente”.