En un giro inesperado dentro de la política estadounidense, un número creciente de republicanos prominentes ha anunciado su apoyo a Kamala Harris en su campaña presidencial. Este fenómeno ha despertado tanto sorpresa como controversia, porque figuras clave del Partido Republicano, históricamente conservadoras, han decidido priorizar lo que consideran una defensa de la democracia por encima de la lealtad partidista.
Entre los más destacados se encuentran figuras como Dick Cheney y su hija Liz, quienes recientemente hicieron el anuncio público sobre su posición para las próximas elecciones presidenciales.
Otros prominentes republicanos han hecho lo mismo, como Adam Kinzinger, Christine Todd Whitman, Chuck Hagel, Ray LaHood, Stephanie Grisham, Bill Weld, Joe Walsh, Susan Molinari y Jimmy McCain, hijo del fallecido republicano John McCain. Aunque todos han criticado abiertamente a Donald Trump en el pasado, su respaldo a Harris marca un punto crucial en la política moderna de Estados Unidos.
Uno de los más recientes apoyos y más sorprendente, ha sido el del exvicepresidente Dick Cheney, quien ha sido una de las figuras más influyentes del Partido Republicano durante décadas. Cheney, conocido por su papel de gran influencia como vicepresidente durante la administración de George W. Bush, se ha convertido en una de las voces más críticas contra Trump dentro del espectro conservador. En su respaldo a Harris, fue claro al afirmar que “Trump nunca más debe ser confiado con el poder”. Su declaración se centró más en la amenaza que representa Trump para las instituciones democráticas que en un apoyo a la plataforma demócrata.
Campaña de Kamala
La campaña de Harris ha recibido con mucho agrado el apoyo de estas figuras republicanas. Jen O’ Malley Dillon, directora de la campaña, emitió una declaración en la que destaca el coraje de estos líderes republicanos, quienes han optado por poner al país por encima del partido. “La vicepresidenta está orgullosa de contar con el apoyo de figuras como Dick Cheney y respeta profundamente su valentía para poner la Constitución primero, por encima del partidismo”, afirmó Dillon.
Otros republicanos que la apoyan
El respaldo a Harris no solo ha venido de figuras como los Cheney y Kinzinger. Christine Todd Whitman, exgobernadora de Nueva Jersey, también ha sido una de las críticas más prominentes de Trump dentro del Partido Republicano. Whitman ha afirmado que el exmandatario ha erosionado las normas democráticas y aunque no comparte todas las políticas de Harris, la ve como una figura de estabilidad que puede restaurar el respeto por las instituciones de Estados Unidos.
Chuck Hagel, exsecretario de Defensa, y Ray LaHood, exsecretario de Transporte, han adoptado una postura similar. Ambos han expresado su preocupación por el caos que, en su opinión, Trump trajo al gobierno y ven en Harris una alternativa más estable. Hagel ha criticado repetidamente el enfoque militarista de Trump y ha elogiado la moderación de Harris en asuntos de política exterior.
Además de ellos, otros republicanos han seguido el mismo camino.
Un futuro incierto
A medida que se acercan las elecciones del 5 de noviembre, queda claro que el Partido Republicano está profundamente dividido. Por un lado, están aquellos leales a Trump, que ven a estos republicanos que respaldan a la vicepresidenta Harris como traidores a la causa conservadora. Por otro, están figuras como los Cheney, Kinzinger y Whitman, que creen que la prioridad es proteger las instituciones democráticas de lo que consideran una amenaza continua.
Para muchos de estos republicanos, el apoyo a Harris no se trata de compartir su visión política, sino de impedir el regreso de Trump y preservar el orden democrático.