Con un veredicto judicial que podría ser emblemático para enfrentar el acoso a la prensa en México, El Salvador, Cuba, Nicaragua, Venezuela o Guatemala, el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, recibió una severa reprimenda del máximo tribunal constitucional costarricense por insultar y atacar a periodistas y medios de comunicación y atentar contra el libre ejercicio del periodismo.
Tras la regañada, Chaves decidió -por el momento- mantener silencio, a sabiendas de que la resolución judicial es de acatamiento obligatorio e inapelable y que debe afrontar las consecuencias de calificar como “sicarios políticos” a reporteros de tres medios locales: el periódico La Nación, la televisora Canal 7 y el diario digital CRHoy, y lanzar otros ataques.
“La utilización de un lenguaje irrespetuoso y ofensivo contra los periodistas constituye una lesión a la libertad de prensa”, sentenció la Sala Constitucional o Cuarta de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, en un veredicto histórico para la protección de la libertad de prensa en este país.
Según el tribunal, “las conferencias de prensa, en especial las televisadas, han resultado de gran utilidad para los Estados democráticos”.
La Sala resolvió un recurso de amparo que el periodista costarricense Jason Ureña, del periódico digital CRHoy de esta ciudad, presentó el 18 de enero pasado. Ureña alegó, entre otras cosas, que “la normalización de la violencia verbal contra un periodista es algo muy grave en democracia, máxime proviniendo del primer mandatario y de una de sus ministras, quienes están sujetos a la obligación del respeto y de garantía de los derechos fundamentales”.