Se abren las puertas para las víctimas

Tras 6 años de puertas cerradas, el gobierno federal volvió a recibir a las víctimas de la violencia. En abierto contraste con su antecesor, la presidenta Claudia Sheinbaum instruyó a la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, a recibir, escuchar y dar respuesta a los colectivos de búsqueda de desaparecidos y sus legítimas demandas de justicia.

El reclamo más consistente es la falta de acciones de las fiscalías y comisiones de búsqueda; el desinterés y negligencia de la comisionada nacional de Derechos Humanos y la constante revictimización que sufren del conjunto de autoridades locales y federales -quienes han descalificado una y otra vez a madres, padres, hijos, parejas, hermanos, de las decenas de miles de desaparecidos de los últimos siete años-.

Un significativo paso adelante -respecto a los tantos que se dieron hacia atrás en el gobierno del expresidente López- en términos de mensaje social, que no obstante, sigue siendo por demás insuficiente.

Es muy positivo que la secretaria de Gobernación reciba a los colectivos que buscan a los desaparecidos, lamentablemente se duda que con ello se resuelvan sus justas peticiones y se logre que en el país haya más seguridad, más capacidad y empatía por parte de las autoridades de todos los niveles cuando atienden a víctimas y se destituya a la negligente titular en la CNDH.

La realidad es que para que el gobierno federal pueda cumplir con los acuerdos y para que se logre menos violencia y delincuencia en el país, mucho debe cambiar.

Desde empezar por duplicar los recursos destinados a la integración, formación, profesionalización de las autoridades de seguridad y justicia; la adquisición y aplicación de herramientas tecnológicas, la incorporación de procesos y mecanismos de rendición de cuentas para el uso y desempeño de los recursos públicos, hasta la reincorporación de sistemas que permitan la transparencia y el acompañamiento de la sociedad civil en todos los procesos.

Si no se aprovecha la coyuntura, el número de víctimas seguirá creciendo y dicha crisis quedará como el lamentable legado de este gobierno.