Más de 132 años tomará cerrar la brecha global de género, según el Foro Económico Mundial. Este dato refleja el desafío que enfrentan gobiernos, empresas e instituciones para acelerar la igualdad. La Unesco estima que 773 millones de adultos son analfabetas, dos tercios de ellos mujeres, quienes también realizan 2.6 veces más trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que los hombres.
Las desigualdades también se evidencian en el ámbito empresarial: solo el 19.7 % de los puestos en consejos directivos están ocupados por mujeres y apenas el 5 % alcanza cargos de CEO. En América Latina y el Caribe, menos de la mitad de las mujeres tiene una cuenta bancaria, frente al 54 % de los hombres, según el Banco Mundial.
Ante dicho panorama, algunas compañías han integrado el empoderamiento femenino como eje de su estrategia empresarial y social.
Silvia Alicia Ojeda Espejel, directora de la Fundación Instituto Natura, afirma que el empoderamiento implica generar condiciones para que las personas puedan desarrollarse desde dentro. Ofrecen a sus consultoras —en su mayoría mujeres— oportunidades de crecimiento económico y personal, impulsadas por educación financiera, alfabetización digital y conocimiento de sus derechos. Además, la fundación promueve el acceso a la salud, con énfasis en la detección temprana del cáncer de mama. Junto con la educación y la prevención de la violencia de género, estos son los tres ejes que impulsa la organización, siempre desde el acompañamiento y la creación de redes de apoyo.
Ojeda también advierte sobre la violencia financiera, un problema poco visibilizado que limita el desarrollo y bienestar de la mujer. Estudios de la fundación muestran que 50 % reconoce que ellas enfrentan más obstáculos profesionales debido a las tareas de cuidado, y el 37 % cree necesario establecer cupos de género.
Beneficios de su empoderamiento económico
De acuerdo con datos de la ONU mujeres estos son los beneficios que tiene el empoderamiento a nivel económico:
Impulso al crecimiento económico global: cerrar las brechas de género podría incrementar el PIB mundial hasta en un 20 %.
Potencial de crecimiento macroeconómico: se estima que cerrar la brecha de género en la economía podría aportar siete billones de dólares más a la economía global.
Camino hacia la igualdad y la reducción de la pobreza: invertir en el empoderamiento económico de las mujeres contribuye directamente a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y un crecimiento inclusivo.