Se cometieron más de dos mil atrocidades

En el primer semestre del año se registraron dos mil 124 hechos de violencia catalogados como “atrocidades”, con dos mil 802 víctimas, entre profanación de cadáveres, masacres, actos de tortura, descuartizamientos y calcinaciones, estimó Causa en Común.

Durante seis meses, la organización recabó información de fuentes periodísticas de diversos casos a los que clasificó como atrocidades y le denominó “La Galería del Horror”.

De acuerdo con los resultados del estudio presentado este miércoles, en abril ocurrieron 237 atrocidades, el número más alto, y los estados con más noticias de este tipo fueron: Guanajuato, 203; Chihuahua, 97; Michoacán, 97; Estado de México, 85; Puebla, 77.

Las atrocidades detectadas con mayor frecuencia por Causa en Común son: profanación de cadáveres, 469; masacre, 368; tortura, 336; descuartizamiento, 314; calcinación, 281.

“Todos estos hechos ocurrieron más de 160 veces.

Son números escalofriantes y nos hablan de un grave problema en el país”.

Numeralia

“Sin embargo, en Causa en Común no sólo quiere mostrar los números, quiere ir más allá y mostrar las historias que se esconden detrás de la numeralia”, señaló Belém Barrera, investigadora de Causa en Común.

Agregó que los registros de violencia extrema se concentraron en Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Chihuahua y Guerrero.

“Hay estados en los que hay una clara correspondencia entre la estadística delictiva y registros periodísticos de atrocidades.

Por ejemplo, Guanajuato encabeza el número de asesinatos en el país (incluidos policías), y también el listado de atrocidades registradas por la prensa”.

El investigador del Seminario sobre Violencia y Paz del Colegio de México (Colmex), Jacobo Dayán, afirmó que los dos mil 124 hechos atroces que se han cometido en todo el territorio nacional, ocurrieron con absoluta impunidad y sin reacción alguna de las autoridades.

“Es decir, en México se perpetran 12 actos atroces todos los días y no hemos normalizado ese horror, lo hemos negado, yo no creo que estemos en una etapa de normalización del horror, sino de negación del horror”, finalizó.