El Tribunal de Disciplina Judicial se instaló el martes, con la advertencia de que habrá cárcel para los jueces corruptos y sanciones severas a quienes retarden o resuelvan injustamente los casos que les lleguen.
En ceremonia realizada en la sede de la Judicatura, se dio a conocer que la magistrada Eva Verónica de Gyvés Zárate quedó al frente dicho órgano tras ser electa en sorteo.
Durante el acto, al que asistieron el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Hugo Aguilar Ortiz, y la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, entre otros funcionarios, se les colocó la toga a los cinco integrantes del tribunal: Celia Maya García, Eva Verónica de Gyvés Zárate, Bernardo Bátiz Vázquez, Isabel Indira García Pérez y Rufino H. León Tovar.
En su mensaje, la presidenta del Tribunal de Disciplina Judicial aseguró que dicho órgano no perseguirá a los jueces y magistrados que no comulguen con los cambios en el Poder Judicial de la Federación, sino que será un tribunal que vigilará las conductas a partir de la ley.
Afirmó que sus integrantes se ajustarán a la austeridad, honestidad y mucho trabajo, que es lo que exige la sociedad.
Sin embargo, su homólogo Rufino H. León Tovar advirtió que habrá cárcel para los jueces corruptos y sanciones a los que retarden o resuelvan injustamente los casos.
En tanto, el magistrado Bernardo Bátiz Vázquez señaló que no serán “la inquisición y perseguidores de amigos o de enemigos”, pero sí, dijo, vigilarán su conducta y su fortuna cómo la hicieron.