Las heridas causadas por el crimen organizado, la corrupción y la desigualdad económica son reales, pero también lo es la resiliencia del pueblo mexicano, dijo monseñor Paul Richard Gallagher, secretario de Relaciones Exteriores del Vaticano.
“Es aquí, una vez más, donde la Iglesia debe caminar junto a la sociedad civil y al Estado: no para dominar, sino para servir; no para imponer, sino para acompañar”, dijo.
Ante miembros del cuerpo diplomático, así como representantes de Iglesias y comunidades religiosas presentes en nuestro país, expresó que la Santa Sede reafirma su compromiso de colaborar con el gobierno y el pueblo de México sobre la base del respeto mutuo, los valores compartidos y la búsqueda común de la paz y el desarrollo humano integral. En una reunión privada que se llevó a cabo en Nunciatura Apostólica en la Ciudad de México, el prelado manifestó que México ha desempeñado un papel clave en la promoción del diálogo y la paz en América Latina, especialmente en contextos de conflicto y migración.
Desafíos
Señaló también que el mundo actual está marcado por inmensos desafíos, lo que se ha llamado “las heridas silenciosas de la humanidad”: la pobreza, la violencia, la devastación ecológica y la erosión de la verdad en el discurso público.
Y sostuvo que la Iglesia seguirá abogando por los principios del Evangelio: la dignidad humana, la subsidiariedad, la solidaridad y el bien común. “En estos tiempos de polarización y fragmentación social, estos principios son más necesarios que nunca”.