Semana Nacional de la Mediación

Semana Nacional de la Mediación

Se está llevando a cabo la Semana Nacional de la Mediación, que se celebra con el propósito de promover la cultura de la resolución pacífica de controversias. Diversas iniciativas y leyes favorecen este mecanismo alternativo de solución de conflictos.

Particularmente, la mediación ha cobrado un protagonismo creciente no solo en el ámbito jurídico, sino también en el social moderno. Es una herramienta pacificadora por excelencia y las personas mediadoras privadas son agentes de la paz, ya que ofrecen alternativas no tradicionales, como los juicios desgastantes en los tribunales, para aquellos que optan por un procedimiento de mediación.

Los beneficios son significativos, principalmente en ahorro de tiempo y dinero, en comparación con los procesos judiciales convencionales, que pueden ser largos, tediosos y, generalmente, toman meses o incluso años en resolverse.

En contraste, la mediación tiende a ser mucho más rápida; se programan sesiones, lo que permite una mayor flexibilidad en los horarios de las partes involucradas.

El costo monetario es una consideración crítica en cualquier juicio o litigio tradicional; en el caso de la mediación, las partes pueden compartir los costos de los honorarios de la persona mediadora o acordar quien asumirá el costo del procedimiento.

El control sobre el proceso de resolución lo tienen las partes sujetas al procedimiento de mediación, guiadas por la persona mediadora, ya que son ellas quienes realizan los acuerdos.

En un juicio, las decisiones son tomadas por un tercero, el juez, y los procedimientos son estrictamente regulados, además de estar bajo la enorme presión de desahogar la carga laboral que enfrentan.

La mediación es tan noble que permite a las partes definir el alcance del proceso, elegir a la persona mediadora y establecer las normas con que se realizará la sesión. En otras palabras, empodera y facilita el entendimiento entre todos los involucrados.

Otra ventaja de esta herramienta pacificadora es la confidencialidad. A diferencia del proceso público de un juicio, las sesiones de mediación son privadas, esto brinda a las partes la oportunidad de abordar asuntos sensibles sin temor a que se hagan de dominio público, creando así un ambiente más abierto, franco y honesto donde pueden encontrar soluciones creativas a su controversia o disputa.

Además, el procedimiento de mediación está cuidadosamente regulado para garantizar que las soluciones sean personalizadas y adaptadas a las necesidades de quienes participan, algo que en un tribunal o en el juicio usualmente no se contempla. En un juicio, la decisión depende de una sola persona y lo resuelto implica necesariamente que alguien gane y otro pierda.

El mecanismo alternativo para resolución de controversias, como lo es la mediación, evidencia una fortaleza que hace innecesario llegar a juicio o convertir una disputa en un conflicto mayor.

No solo permite resolver en paz, sino que también contribuye a la construcción de comunidades más cohesionadas y menos conflictivas, mostrando una evolución humana positiva en la manera de abordar los desacuerdos y buscar la justicia.