Doce elementos de la Armada de México concluyeron exitosamente el curso básico de Fuerzas Especiales, la unidad élite de la Secretaría de Marina (Semar) que reforzó su entrenamiento conjunto con la Fuerza Delta, los SEAL y los Boinas Verdes de Estados Unidos.
Del 12 de mayo al 24 de octubre, los infantes de Marina recibieron conocimientos que pusieron a prueba su fortaleza física y mental, en las instalaciones de la Armada en Valle de Bravo, Estado de México; y San Luis Carpizo, Campeche.
Lo anterior, aseguró la Secretaría de Marina, le permitirá a futuro el desarrollo óptimo de las misiones operativas que les sean encomendadas.
En ceremonia de graduación, encabezada por el almirante Martín Enrique Barney Montalvo, Rector de la Universidad Naval; vicealmirante Raúl Sergio Marín Cárdenas, comandante del cuartel General del Alto Mando; vicealmirante Egner Hernández Zamudio, comandante de la Unidad Naval de Operaciones Especiales, se hizo entrega de premios al personal que destacó durante el desarrollo de sus actividades.
Estos reconocimientos buscan fomentar y reconocer el liderazgo, la disciplina, espíritu de sacrificio, el honor, la lealtad, compañerismo y el espíritu de cuerpo, valores fundamentales en la formación de un guerrero Quachic, señaló la dependencia.
Durante la ceremonia, se mencionó la historia de los guerreros Quachic, los cuales se adoptaron como parte de la identidad de las Fuerzas Especiales de la Armada de México; asimismo se hizo entrega de certificados e imposición de alas de pecho al personal que concluyó satisfactoriamente citado curso.
De igual manera, se hizo entrega de premios al personal que destacó durante el desarrollo de sus actividades, estos reconocimientos buscan fomentar y reconocer, el liderazgo, la disciplina, espíritu de sacrificio, el honor, la lealtad, compañerismo y el espíritu de cuerpo, valores fundamentales en la formación de un guerrero Quachic.
Graduados
El vicealmirante Egner Hernández Zamudio, comandante de la Unidad Naval de Operaciones Especiales, felicitó a los elementos graduados y los exhortó a mantener viva la tradición, el espíritu y la excelencia que distingue a los fuerzas especiales.
Además, el mando reconoció el trabajo de los instructores por transmitir el conocimiento y forjar a los cursantes.
En representación de sus compañeros, uno de los elementos graduados mencionó que esta “etapa representa mucho más que una formación técnica o táctica; es un proceso de transformación que les permitió superar límites, fortalecer la resiliencia y forjar un espíritu de hermandad que los unirá para siempre”.
Destacó que en las Fuerzas Especiales cada integrante es tan fuerte como el vínculo que comparte con sus compañeros, y que la confianza, la lealtad y la camaradería son los cimientos sobre los cuales se construye cualquier misión exitosa.
Subrayó además el compromiso de aplicar en el servicio todo lo aprendido durante el curso, manteniendo la disciplina, la ética y los valores que distinguen a los miembros de esta unidad de élite.












