Señor Presidente, ¡sí con la Sociedad Civil!

Esta semana, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó modificaciones en materia fiscal para el ejercicio 2022. Sin mayor discusión, los diputados avalaron la propuesta enviada por el Ejecutivo, y la turnaron al pleno, donde la mayoría compuesta por Morena, PT y Verde, también la aprobó.

Una de esas reformas compromete terriblemente la operación de muchas asociaciones civiles, ya que el Ejecutivo propuso que el porcentaje deducible en donativos individuales a donatarias autorizadas, que hoy es de 7%, se integraría al límite fiscal del 15% total de deducciones para personas físicas.

Dicho de otra forma, actualmente una persona física puede realizar sus deducciones personales de la siguiente forma: un 7% en donativos para organizaciones sin fines de lucro, un 10% en aportaciones complementarias de retiro y un 15% en gastos médicos, funerarios, intereses de créditos hipotecarios.

Lo que se aprobó es que, a partir de enero, las personas físicas sólo pueden deducir un 15% del total de sus ingresos, poniendo los donativos, las aportaciones y los gastos médicos, funerarios e intereses hipotecarios en una misma bolsa.

¿Cuál es la consecuencia de esta propuesta? Inhibir a las personas físicas a continuar donando para que miles de asociaciones civiles puedan seguir trabajando a favor de las poblaciones más vulnerables de este país.

Hay que recordar que para una asociación civil, para las ONG, no hay nada más importante que los donativos, tanto de personas físicas como de personas morales, pues es lo que les permite estar a flote, contratar a nuestro personal, pagar nóminas, llevar su labor a los espacios más olvidados, más oscuros; esos espacios que desde hace años han sido abandonados por autoridades de distintos niveles de gobierno.

En ese sentido estas asociaciones piden al Presidente poner todas las cartas sobre la mesa, ya que la reforma en cuestión va en contra de un principio de su gobierno “prohibido prohibir”. Esta reforma prohíbe de una forma sutil el apoyo a la labor de las asociaciones civiles.

Hay que ser claros, el gobierno nunca ha podido, no puede y no podrá atender a toda la población mexicana, aunque logre récords históricos en su recaudación. Y eso sucede en este país y en cualquier otro del mundo. Sociedad y gobierno se necesitan. La Cuarta Transformación se propone construir un país más incluyente, un México más justo y horizontal, uno en el que nadie se quede atrás; pero si la Cuarta Transformación sigue significando esto, entonces necesita de la labor de las asociaciones civiles, que son aliados, no adversarios, para crear estas condiciones.