La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo encabezó este sábado 26 de julio la conmemoración de los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan, en el Zócalo de la Ciudad de México, donde reconoció a los pueblos originarios y llamó a erradicar el racismo.
Durante “México-Tenochtitlan, siete siglos de Legado de Grandeza”, la mandataria destacó la herencia y el legado de nuestro país. Reiteró además que “México no nació con la llegada de los españoles”.
“Reconocer a Tenochtitlan es hablar del pulso que vive, que late bajo la ciudad capital, pero también en palabras, comida, costumbres, grandeza cultural e identidad”, dijo la jefa del Ejecutivo al destacar el símbolo del águila sobre un nopal, devorando a una serpiente.
Símbolo de organización
Señaló que Tenochtitlan fue un símbolo de organización, de poder, de ciencia, de arte y de visión, así como “belleza en movimiento”.
Ante representantes de pueblos originarios, la mandataria federal comentó que cuando los españoles llegaron en 1519, no encontraron tierra vacía, sino un imperio sólido con leyes, lengua escritura, cultura y conocimientos arqueológicos
“Lo que vieron los hizo pensar que estaba sobre algo sobrenatural, pero en lugar de comprenderlo, decidieron aplastarlo.
La caída de Tenochtitlan fue el inicio de un largo proceso de colonización que busco borrar todo rastro. La colonia no solo sometió los cuerpos, sino quiso someter las mentes”, declaró.
Expresó que estamos obligados a curar esa herida, porque fue alimentada de bastante tiempo de discriminación, que fue más dura cuando se dirigió a las mujeres indígenas.
“La Colonia no solo sometió a los pueblos, sino también quiso someter las mentes que perduraron por siglos. Se buscó avergonzar de nuestro origen”, señaló.
Al señalar al periodo neoliberal, dijo que el legado de Tenochtitlan no fue vencido: “México no nació con la llegada de los españoles, sino con las grandes civilizaciones”.
Tenochtitlan sigue siendo símbolo del México profundo, milenario y resistente, aseveró.
Reconoce a lospueblos originarios
Después de 500 años, apuntó Sheinbaum Pardo que la Cuarta Transformación mira de frente y con orgullo a la historia, no para dividir sino para comprender, no para odiar sino para sanar.
“La 4T ha abierto un nuevo capítulo. No es casual que uno de los pilares fundamentales sea el reconocimiento de los pueblos originarios. Por primera vez, el Gobierno de México ha puesto en el centro a quienes fueron históricamente relegados”, dijo al señalar que también se ha otorgado perdón por atrocidades del pasado.
Aseveró que la Cuarta Transformación no es solo un proyecto económico o político, sino también de dignidad que reconoce que no puede haber justicia verdadera si no empezamos a saldar la deuda con los pueblos indígenas.
“Erradicar el racismo no es una opción, es una necesidad y una obligación para una sociedad digna y justa para todas y todos”, declaró la titular del Ejecutivo federal.
Acompañada de su esposo Jesús María Tarriba; de la jefa de Gobierno capitalino, Clara Brugada; y de integrantes de su Gabinete, la titular del Ejecutivo federal cortó el listón inaugural del “Memorial México-Tenochtitlan, siete siglos de Legado de Grandeza”, que quedó frente a Palacio Nacional.