Sin Joe Biden, demócratas no tienen opciones

El presidente Joe Biden se encontró el jueves nuevamente en el centro de la polémica tras una conferencia en la que intentaba defenderse de un informe del fiscal especial, Robert Hur, que había puesto en duda su capacidad mental, citando varios olvidos significativos, entre ellos, episodios donde Biden no recordaba aspectos importantes de su vida política y personal. Además lo describió como un “anciano bien intencionado con mala memoria”.

Se prevé que el tema continúe en medio de la contienda presidencial, “Joe Biden tiene varias formas de seguir explicando que su situación mental está en condiciones de una buena gobernabilidad”, explica Hernán Molina, politólogo y analista, desde California, a El Universal. “Incluso a través de terceras personas pueden argumentar que tiene dislexia, que tiene ansiedad, estrés; hay varias maneras de aminorar lo sucedido”, añade.

Para varios críticos esta circunstancia podría abrir varios escenarios. Uno “puede ser que algún demócrata de peso levante la mano y diga, oigan, yo quiero sumarme a la contienda y competir contra Biden”, rumbo a la selección del candidato, dice Pablo Salas, analista político, desde Florida. O podría suceder que Biden dijera que prefiere ya no contender.

Figuras prominentes como el gobernador de California, Gavin Newsom, y Pete Buttigieg, secretario de Transporte, son considerados influyentes en los demócratas.

Para los analistas, Kamala Harris no pintaría en una teórica competencia o suplencia a la candidatura demócrata. “Michelle Obama, quien sigue siendo extremadamente popular entre los demócratas, sería más factible”, asegura Salas, “pero ella misma ha descartado cualquier posibilidad de postularse”.

Si Biden decidiera retirarse de la candidatura presidencial, el proceso para seleccionar un nuevo abanderado estaría regido tanto por las leyes federales de EE. UU. como por las reglas específicas del Partido Demócrata. Aunque no hay un precedente exacto, el Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) tiene la autoridad para convocar a una convención especial o reunión del comité para nominar un nuevo candidato, cuando el nominado original se retira.

La selección de un nuevo candidato dependería en gran medida de la coordinación y las negociaciones dentro del Partido Demócrata. “Es probable que figuras prominentes dentro del partido, que ya hayan demostrado interés y tengan el apoyo popular y la infraestructura de campaña necesaria, se convertirían en los principales contendientes para la nominación”, señala Molina.