Hasta ahora ni con la tecnología más avanzada se pueden predecir los movimientos telúricos en el país; sin embargo, alertar a la población unos segundos antes de que ocurra un fuerte sismo puede salvar millones de vidas.
Después del devastador terremoto de 1985 y para mitigar los daños ocasionados por este tipo de fenómeno, se fundó el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires), una asociación civil que años después constituyó el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (Sasmex), pionero a nivel mundial en alertar a la población de forma automática.
Esta plataforma integrada por el Sistema de Alerta Sísmica para la Ciudad de México (SAS), que opera desde 1991, y el Sistema de Alerta Sísmica para la Ciudad de Oaxaca (SASO), que brinda servicio desde 2003, abarca la zona sísmica del Pacífico en los estados de Jalisco, Colima, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Puebla.
Actualmente, el Sasmex tiene instalados en territorio mexicano 97 sensores que ayudan a prevenir algunos riesgos a los que está expuesto México por localizarse en una zona de alta sismicidad, debido a la interacción de las placas tectónicas de Norteamérica, Cocos, Pacífico, Rivera y la del Caribe.
“Estamos en una asociación civil sin fines de lucro que se propone como una opción para ayudar a la investigación de los efectos de los sismos, dado que en el 85 tuvimos un gran desastre y fue muy poco el conocimiento que tuvimos de los efectos reales en los lugares donde hubieron daños”, señaló Juan Manuel Espinosa, director del Cires.
En entrevista, dijo que en un inicio instalaron 12 sensores en Guerrero, entre Punta Maldonado y Zihuatanejo; sin embargo, como los sismos no sólo se registran en esa región se tuvo que ampliar el sistema a otros estados, empezando por Oaxaca.
“Tenemos una infraestructura que está dando una cierta protección, pero ésta ha evolucionado del año 1993 cuando empezamos en Guerrero y después en el 2003 empezó a funcionar el sistema de Oaxaca”, refirió.
Para el ingeniero Juan Manuel Espinosa, uno de los creadores del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano, el Cires ha contribuido con su misión de generar datos para que los especialistas la estudien y construyan normas valiosas, más eficaces contra la amenaza de un sismo.
“El alertamiento no va a evitar que una casa mal hecha se caiga, pero si la gente tiene la oportunidad de hacer una medida de prevención, pues también es una buena contribución porque se salva la vida”, señaló.