Tikal, un imponente centro ceremonial en el norte de Guatemala y uno de los sitios más estudiados del mundo maya, resalta entre los destinos culturales y turísticos del país centroamericano.
El sitio arqueológico se ubica en el Parque Nacional Tikal, en plena zona selvática del norteño departamento de Petén, en la región fronteriza con México, a unos 500 kilómetros de la capital guatemalteca.
En 1979, el Parque Nacional Tikal fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Según el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), las ruinas de Tikal, que se levantan entre la jungla del Petén, representan un destino turístico, cultural e histórico “imperdible”, sobre todo para visitantes extranjeros.
Por su legado y riqueza arquitectónica, el complejo de Tikal, Petén, es uno de los más estudiados del mundo maya. A lo largo del año es visitado por académicos e historiadores de todo el orbe, según autoridades guatemaltecas.
Tikal forma uno de los mayores yacimientos arqueológicos y centros urbanos de la milenaria civilización maya y es un referente mundial de la herencia maya precolombina.
De acuerdo con investigadores y autoridades guatemaltecas, Tikal se ubica entre los lugares que por su legado histórico son emblemáticos a nivel mundial como las pirámides de Giza en Egipto, la Muralla China y el Taj Mahal en la India.
Tikal es un complejo maya que data del Siglo IV a.C., y que llegó a su esplendor en el periodo Clásico. Envuelto por la flora de la selva, el sitio fue redescubierto en 1848, en tanto el Parque Nacional se instituyó en 1955.
Autoridades guatemaltecas estiman que cada año alrededor de 200 mil turistas extranjeros, principalmente de Estados Unidos y de países de Europa, visitan Tikal, en tanto que la cifra de visitantes nacionales es de más de 100 mil personas.
Por su majestuosidad, Tikal, cuna de la civilización maya, fue considerado por una publicación internacional especializada entre los 20 principales destinos del mundo a conocer, tanto por entretenimiento como por “turismo cultural”.