Transporte

Al parecer, los días del Conejobus están contados. Fue un proyecto que contribuyó a dignificar parcialmente el transporte de pasajeros en la ciudad de Tuxtla, en dos rutas de un total de 127 que se cubren con un desafortunado tipo de vehículo tipo vagoneta. El sustituto será otro autobús con capacidad para cien personas.

En mayo del 2009 se publicó en el Periódico Oficial del estado el decreto 231 por el que fue constituido el Fideicomiso Público para la Modernización del Transporte, que permitió constituir el Sistema de Transportes Urbanos de Tuxtla Gutiérrez, S.A de C.V. (Situtsa).

A partir del 4 de enero del año siguiente 71 conejos iniciaron recorridos por Tuxtla Gutiérrez, en sustitución de 144 colectivos de las rutas uno y dos. Tienen tres trayectos: La Carreta-Trabajo Social, Juan Crispín-Soriana y Popular-Normal Superior, los cuales transitan entre las 6:00 de la mañana y las 11:00 de la noche.

Las cifras de los usuarios han ido de 45 mil, 70 mil y hasta 80 mil, diariamente, según diversas fuentes de información, todas relacionadas con ese sistema.

El tema del transporte de pasajeros implica una responsabilidad que contraen todos quienes prestan el servicio en las ciudades y en las carreteras. No obstante, casi todos los días se registran accidentes que cobran vidas de los usuarios, quienes en otros casos terminan en el hospital del que salen con deudas y secuelas que después nadie quiere indemnizar.

El Conejo vino a terminar con ese problema en al menos dos rutas. Es muy raro que una unidad de este sistema se involucre en un accidentede tránsito, como es el caso de las llamadas combis del transporte colectivo, que todos los días de todos los años están en la contraportada de los diarios.

Por eso hay que hacer notar que el servicio a los usuarios es un asunto de grave responsabilidad social y jurídica. El objetivo en este caso es el servicio al usuario, por lo general de un estrato social vulnerable, pues quien cuenta con ciertos recursos nunca hará uso del transporte público.

Hace dos años, un grupo de transportistas pretendían disolver el sistema de transporte que dio vida al Conejobus, una de las pocas acciones del gobierno anterior que benefició al usuario de la capital del estado y de la ciudad de Tapachula, ya que este servicio satisface las necesidades de los ciudadanos con comodidad y oportunidad, y a más de cinco años de haber entrado en operación, el balance general es positivo.

Al transporte hoy se le ve desde la perspectiva de los derechos humanos. En estos espacios de vida cotidiana coincide el derecho de todas las personas a una vida digna, en los que no se les exponga ni la muerte ni a la mutilación. No es pues un asunto de mero negocio.

Un puntual reporte publicado por este medio de comunicación, dio a conocer que más de 306 mil tuxtlecos utilizan cada día el transporte colectivo, con una derrama económica de más de 3 millones y medio de pesos diarios al sector.

En Tuxtla hay 124 rutas de transporte colectivo, aunque operan 113 diariamente, con un parque vehicular de 2 mil 237 combis, las cuales tienen una capacidad máxima para 16 personas cada una.

Si se toma en cuenta el número de usuarios diarios en Tuxtla (306 mil 148) por el costo del servicio por viaje (seis pesos) se determina que la derrama económica por el servicio del transporte colectivo es de 1.83 millones de pesos diarios, aunque cabe mencionar que los usuarios regularmente realizan dos viajes, uno de ida y otro de regreso, por lo que las percepciones aumentan al doble, es decir, 3.67 millones de pesos al día, indica la investigación.