Pese a que las mujeres jornaleras sostienen la seguridad alimentaria del país, persiste la precariedad y violación a sus derechos laborales, advierte el nuevo informe de política pública “Sembrando el cambio: Hacia un futuro justo para las trabajadoras agrícolas en México”, elaborado por Unidas, la alianza de Oxfam México, Ethos Innovación en Políticas Públicas, ProDESC y Fundación Avina.
Dicho informe revela que el 86.6 % de las trabajadoras agrícolas no cuenta con seguridad social y que las empresas recurren a prácticas ilegales como entregar “pases” médicos en caso de accidentes laborales para evitar su afiliación al seguro social.
Además, el informe documenta que alrededor del 90 % de las mujeres trabajadoras agrícolas carece de contrato escrito, lo que constituye una violación directa a la Ley Federal del Trabajo y provoca que no se pueda garantizar el ejercicio de derechos laborales como vacaciones, aguinaldo o seguridad social, mientras que personas empleadoras abusan de la figura de intermediarios para evadir responsabilidades.
El Estado, por su parte, mantiene una ambigüedad institucional sobre qué nivel de gobierno debe vigilar estas contrataciones, generando un vacío que perpetúa la impunidad.
Por ley todas las personas trabajadoras, agrícolas o jornaleras deben estar afiliadas al IMSS. Sin embargo, la investigación de Unidas apunta a que las empresas agrícolas utilizan mecanismos corruptos y fraudulentos a fin de evitar el registro formal de sus trabajadoras y optando por generar “pases” (se proporciona atención médica eventual sin generar derechos) en caso de accidentes laborales, lo que imposibilita el acceso a una pensión.
De acuerdo con los datos del informe, la proporción de accidentes de trabajo reportados al IMSS de jornaleras agrícolas pasó del 6 % en 2000 al 35 % en 2024.
Asimismo, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las personas trabajadoras del sector agrícola están expuestas a mayores accidentes laborales que ponen en riesgo su vida debido a la exposición a plaguicidas, los golpes de calor o la deshidratación.
El organismo estima que, a nivel global, 270 mil personas jornaleras agrícolas mueren al año por accidentes laborales.