De los cuatro millones de personas en México que presentan alguna discapacidad, al menos un millón son por padecimientos relacionados con la visión, estima el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
No obstante, la Sociedad Mexicana de Oftalmología no es tan favorable al respecto, pues considera que hay más del doble de pacientes con alguna condición asociada a la vista de los antes reportados, es decir, dos millones 237 mil.
La función visual comprende cuatro categorías: la vista normal, la discapacidad moderada, grave y la ceguera. Entre las enfermedades relacionadas más comunes en el país se encuentran los errores de refracción (miopía, hipermetropía y astigmatismo), que representan el 43% de los casos; cataratas, con el 33%; y el glaucoma, 2%. Pero hay una condición que, a diferencia de las mencionadas, no se puede prevenir: la presbicia.
“El término común para la presbicia es vista cansada. Es un fenómeno fisiológico que le ocurre a todas las personas a partir de los 40 años de edad.
“Dentro del ojo tenemos un lente natural llamado cristalino que, al pasar los años, empieza a perder flexibilidad. Este lente nos permite enfocar los objetos cercanos y, al perder esta flexibilidad, el ojo pierde la habilidad para poder enfocar de manera nítida”, explica el doctor José Luis Monroy, presidente de la Asociación Latinoamericana de Lentes de Contacto y Córnea (ALLCCO).