El terremoto de magnitud 6.9 que sacudió el centro de Filipinas, declarado en estado de calamidad, deja al menos 69 muertos. Informaron las autoridades que han desplegado operativos para brindar asistencia humanitaria a las más de un millón de familias afectadas, según oenegés.
Buena parte de las víctimas se concentran en la ciudad de Bogo, donde el sismo dejó al menos una treintena de los 69 muertos registrados en la región, según el último balance de la Oficina de Defensa Civil.
El terremoto causó además importantes daños en infraestructuras, de acuerdo con la gobernadora Pam Baricuatro. Partes de la carretera que une Bogo con la ciudad de Cebú resultaron dañadas por desprendimientos que aplastaron vehículos y edificios.
Todavía 24 horas después del sismo seguían sintiéndose réplicas de cierta intensidad, la más reciente de ellas a las 21:07 hora local (13:07 GMT) como pudo comprobar EFE, mientras zonas del norte de la isla de Cebú, cercanas a Bogo, permanecían sin electricidad ni agua.