Una larga espera y una fumata negra

Una larga espera y una fumata negra

El humo negro no dejó lugar a dudas: la primera votación para elegir un nuevo papa en la Capilla Sixtina tuvo un resultado negativo. Las miles de personas que se reunieron en la Plaza de San Pedro, con la mirada fija en una pequeña chimenea se fueron con un dejo de desilusión. Sin embargo, no pocos sentenciaron: “Aquí nos vemos mañana (hoy jueves)”.

Este miércoles arrancó formalmente el cónclave del que saldrá el pontífice sucesor de Francisco, fallecido el pasado 21 de abril.

Desde temprano, unas cinco mil personas se acercaron para ser parte, de algún modo, de un evento histórico que arrancó a las 10 de la mañana con una misa en la que el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, lanzó un llamado a los 133 cardenales electores a “mantener la unidad de la Iglesia”, reconociendo que se viven tiempos “difíciles, complejos y convulsos”.

El cónclave ya se esperaba complicado: hay un número récord de electores, muchos de ellos desconocidos entre sí, y visiones muy distintas respecto del rumbo que debe seguir la Iglesia.

A las 17:46 horas de Roma, el maestro ceremoniero, Diego Ravelli, cerró las puertas de la Capilla Sixtina tras enunciar las palabras Extra omnes (Todos fuera), indicando que todos los no participantes en la elección debían abandonar el recinto. Tras una meditación, encabezada por el cardenal Raniero Cantalamessa, y la selección de escrutadores y otras figuras, la votación comenzó en el más estricto secreto.

En la plaza, la gente comenzó a acumularse. Se calcula que unas 45 mil personas se congregaron para esperar el resultado de la votación. Junto a ellos, al menos cuatro mil representantes de medios de comunicación. Con un entusiasmo evidente, la gente miraba la chimenea colocada en el techo de la Capilla Sixtina, a la espera de que, al interior, los votos fueran quemados en una estufa tras la primera sesión y se supiera si alguno de los candidatos logró obtener dos terceras partes necesarios para convertirse en el papa número 267 en la historia de la Iglesia Católica.

Este jueves habrá cuatro rondas de votaciones: dos por la mañana y dos por la tarde.

Antes de las 8 de la mañana (medianoche en México), los cardenales participarán en misa.

A las 9:15 (1:15 am en México) se retirarán a la Capilla Sixtina para recitar la Ora Media y votar. Si tras la primera ronda hay una decisión, habrá humo blanco. Si no, solo habrá fumata tras la segunda votación.

Tras almorzar, a las 16:30 (8:00 am en México) los cardenales vuelven para dos votaciones más.