Urgente ver a las mujeres privadas de la libertad

De cara al Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, organizaciones urgieron a voltear a ver a las mujeres privadas de la libertad y a los centros de reclusión en los que se encuentran, porque no están hechos con perspectiva de género.

Merche Becker, cofundadora y directora operativa de La Cana, dijo que social y políticamente, el tema de las cárceles para mujeres “no es algo que vende”. Apostó también a que debe haber programas para que las personas privadas de la libertad puedan tener una verdadera reinserción social.

Ante la entrada de un nuevo Poder Judicial, con la elección popular de jueces, magistrados y ministros, Becker refirió que “es urgente que se voltee a ver a esta población”.

“Es muy marginada, muy estigmatizada, muy olvidada. Las cárceles de nuestro país hablan mucho de nuestro país en general, y el no voltearlas a ver no hace que desaparezcan, es fundamental voltear a ver qué es lo que está pasando con nuestro sistema penitenciario y por qué hemos fallado tan drásticamente en los procesos de reinserción social.

“Qué estamos haciendo mal, tanto como sociedad, como organizaciones sociales, como gobierno, para que realmente pueda haber un cambio.

“Tenemos que trabajar de una manera conjunta y hacer las cosas distintas. Ojalá cada vez se voltee a ver más a este sector de la población”, añadió.

Al no haber espacios de reinserción con perspectiva de género, Merche Becker señaló que existen cárceles mixtas, donde desafortunadamente las mujeres no tienen acceso a las áreas comunes, que son aquellas donde se dan las actividades para la reinserción social como podría ser áreas de trabajo, aulas educativas, espacios para ejercicio e incluso la cocina para que puedan tener sus alimentos.

Al hacer un llamado a generar oportunidades para las personas que salen de la cárcel, indicó que desde La Cana se cuenta con un modelo de reinserción social con perspectiva de género y en nueve años de haberse constituido, están en alrededor de 13 centros penitenciarios y dan trabajo formal a 200 mujeres que hacen productos bajo un esquema de pago justo.