Ve ONU expansión de los cárteles a Europa y Oceanía

Los cárteles mexicanos especializados en la producción de metanfetaminas se han trazado como objetivo los mercados de Europa y Oceanía, en alianza con organizaciones criminales de Asia oriental.

Estos planes expansionistas no sufrirán perturbaciones por las medidas extraordinarias adoptadas por los gobiernos para contener la propagación del coronavirus; al contrario, la atención que demanda podría generar oportunidades.

La advertencia es emitida por el programa Global de Monitoreo de Drogas Sintéticas (SMART) de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), en un reporte sobre el posible impacto del Covid-19 en el tráfico de sustancias sicoactivas ilícitas.

El documento sostiene que “los cárteles mexicanos y los grupos delictivos de Asia oriental y sudoriental tienen vínculos y están en expansión”. La meta de esa alianza, detalla, sería suministrar de metanfetaminas, elaboradas con know-how mexicano, los mercados de drogas europeos y oceánicos.

“Recientes incautaciones a gran escala de metanfetamina originaria de América Latina en Europa, Asia y Oceanía, han incrementado la preocupación sobre una posible expansión en el suministro de metanfetamina, con posiblemente muy serias consecuencias para la salud de la población en los países destinatarios”, indica el reporte.

Los grupos criminales mexicanos estarían lanzando envíos de drogas sintéticas desde Latinoamericana hacia Europa.

El texto pone de ejemplo la operación realizada por la Guardia Civil Española en marzo pasado en Alicante y que resultó en la desarticulación de una organización criminal que introducía al país metanfetamina oculta en bloques de mármol originarios de México. En el operativo fueron detenidas cinco personas y decomisados 752 kilos de metanfetamina en estado puro.

Las agrupaciones criminales mexicanas también estarían mandando droga desde puertos latinoamericanos directamente a Oceanía.

“Existen, asimismo, indicadores de que los grupos de crimen organizado localizados en América Latina están implicados en el tráfico de metanfetamina hacia Australia y Nueva Zelanda”.

En este último país, la policía local habría advertido de este fenómeno desde noviembre de 2017, cuando dos personas fueron detenidas en una operación que condujo al decomiso de 49 kilogramos de metanfetamina enviada de México con destino a Christchurch.

La droga tenía un valor comercial equivalente a 320 millones de dólares estadounidenses.

En Australia, tan sólo el pasado 22 de febrero, un francocanadiense de 26 años fue arrestado en Melbourne por importar de México 150 kilogramos de metanfetamina.

El precio de la droga en Australia y Nueva Zelanda son un incentivo para la delincuencia. De acuerdo con UNODC, en 2017 el gramo de metanfetamina costaba, según su pureza, de 152 a 761 dólares.

El programa SMART fue lanzado en Viena en 2008 y tiene como objetivo asistir a los gobiernos con datos sobre la situación referente a los estimulantes y nuevas sustancias, y el Departamento para América Latina y El Caribe opera con financiamiento del gobierno de Canadá.

Los expertos no prevén que el brote tenga mayores impactos en los planes hacia Europa y Oceanía.

“Debido a que al parecer estos envíos de metanfetamina entre regiones tienden a ocultarse en cargamentos comerciales —por ejemplo, en contenedores—, en lugar de traficarse usando personas (mulas), no se van a ver seriamente perjudicados por las actuales restricciones al transporte internacional impuestas por los gobiernos debido a la pandemia del Covid-19”, indica.

Por el contrario, el documento señala que el cambio en las medidas de control fronteriza provocada por la vigilancia que demanda el Covid-19 “podrían crear unas condiciones donde el tráfico basado en la utilización de contenedores y de servicios postales resulte para los criminales, menos arriesgado que con anterioridad”.