Durante una plática, Fox relató la incómoda experiencia que vivió durante su primer encuentro con Vladimir Putin, presidente de Rusia.
Recordó que, en aquella ocasión, la reunión estaba programada para las nueve de la mañana. Putin no apareció a la hora acordada.
Ante la falta de noticias, Vicente Fox mencionó que volvió a solicitar información, pero en lugar de una explicación, él y su esposa fueron conducidos a otro salón, aún más imponente, donde permanecieron alrededor de media hora adicional.
Pasadas casi dos horas de la cita original, Fox agregó que volvió a preguntar si realmente serían recibidos, a lo que le respondieron que Putin estaba por entrar.
Minutos después, el ambiente cambió por completo: sonaron trompetas y se abrieron enormes puertas de oro y plata. Desde ahí emergió Putin, con una entrada que, según Fox, buscaba dejar clara su autoridad, su poder y su estilo de líder ruso.
“Entra este cuate con dos sandías, una de cada lado. Hecho un machote”, dijo con ironía, refiriéndose a la postura y seguridad con que el mandatario ruso entró al salón.
Aunado a ello, aseguró que incluso lo saludó inclinándose ligeramente, algo que interpretó como un gesto calculado debido a la diferencia de estatura.











