Víctimas de violencia vicaria se manifiestan

Vestidas de novia, mujeres de 15 colectivos protestaron en contra de la violencia vicaria y pidieron a las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que atiendan y resuelvan a fondo la violencia sistémica que el Estado Mexicano ha ejercido por décadas en contra de madres y sus hijos.

Asimismo, entregaron formalmente la petición para que la SCJN atraiga el Caso 992, emblemático de la violencia sistémica en contra de las mujeres violentadas por su esposo, cónyuge, concubino, pareja, novio, acompañante o tutor, puesto que en las instancias judiciales inferiores, la impartición de justicia no ha obtenido respuestas.

“Nos atendió un secretario de estudio de cuentas de la ponencia del ministro Juan Luis González Alcántara, que sí es de la Sala Primera competente en materia civil”, mencionó Ingrid Tapia, abogada y activista.

También explicó que solicitan la modificación de siete criterios judiciales en un solo asunto. Por lo que piden reconocer el derecho de toda madre de poner a salvo a sus hijos y a su persona; así como el de administrar y percibir las ganancias de los bienes obtenidos por su propio trabajo.

“Las mujeres salen huyendo de sus casas golpeadas y las acusan de sustracción de sus propios hijos, las detienen, piden Alerta Amber. O sea, es una imprudencia, es una insensatez, es ominoso para las mujeres, es profundamente ofensivo. Una sale huyendo, como fue mi caso y el de todas mis compañeras, a las tres de la mañana con sus tres hijos desnudos y el más grande abusado, y encima la delincuente es una; es una barbaridad”, dijo la activista.

Además, exigen el derecho de toda mujer casada a denunciar y obtener restitución cuando ha sido víctima de robo, despojo o malversación por parte de su cónyuge; el derecho de toda mujer a conservar los documentos personales, especialmente los necesarios para el ejercicio de su oficio.

Y el derecho de toda persona portadora de una condición neurodivergente y víctima directa de violencia en su infancia de acceder a la verdad y de ser oído en justicia y con respeto a su testimonio.