La representación de un dios, un manjar culinario, y una guía a las almas en su camino al descanso eterno en la época prehispánica, el Xoloitzcuintle ha sido un fiel testigo de la historia del México, y que hoy es celebrado y codiciado en todo el mundo.
Su origen es muy antiguo, se cree que es del estado de Colima, sin embargo se llegaron a encontrar vestigios en Oaxaca, Guerrero, la zona maya y en Centroamérica, narra la criadora de xoloitzcuintles Ana María Rivera.
En entrevista con Notimex explica que la raíz del nombre está compuesta por la palabra “Xolotl”, que hace referencia al dios del mismo nombre, además de “Itzcuintli”, que significa perro o paje, por lo que podría significar el perro o el servidor del Dios Xolotl, detalla.
Xólotl, hermano gemelo de Quetzalcóatl, rige la dualidad; el bien y el mal, el principio y el fin, la vida y la muerte; mientras que el Xoloitzcuintle como su representante, llega a ser tan importante que ocupa el décimo día del calendario Azteca.