Con 78 años de edad, José Vera sobrevive con algunos ingresos limitados que recibe como auxiliar de un voceador en el centro de la ciudad capital.
Padre de tres hijos y abuelo de dos nietas, nos comparte que su situación económica es seriamente complicada pues recibe una pensión muy limitada y se ayuda con algunos conocidos y los recursos que le otorga la pensión para adultos mayores del Gobierno Federal.
José Vera es mejor conocido por amigos como don Chepe, quien acude desde la colonia Patria Nueva, de lunes a sábado a partir de las cinco de la mañana, a un puesto de venta de periódicos en el Parque Central, en donde cumple con una jornada de cerca de ocho o nueve horas, para obtener algunos pesos que le permiten aportar a su familia.
Comenta que durante su vida laboral fue ayudante y luego chofer en una empresa cervecera, pero reconoce que fue presa del alcoholismo y esto le llevó a perder el empleo.
Al paso del tiempo obtuvo un empleo como chofer en una empresa dedicada a la venta de materiales para la construcción, pero al no saber leer no se dio cuenta de que en la empresa le colocaron un rango de empleado de mostrador y al sufrir un accidente la empresa y el Seguro Social sólo lo pensionaron con cerca de 500 pesos mensuales.
Llegó a un acuerdo verbal con los dueños de la empresa y éstos se comprometieron a apoyarlo de forma permanente, pero dejaron de hacerlo, por lo que sus ingresos se vieron mermados.
En medio de sus necesidades económicas, y a manera de apoyo recibe una remuneración económica simbólica por auxiliar en las actividades diarias de un puesto de periódicos.
Espera poder ser tomado en cuenta en un empleo como velador, que le permita tener mayores ingresos y para lo cual se considera apto.