En una loable labor la Casa Taller de Artes y Oficios perteneciente al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Tuxtla, atiende actualmente a 93 niños que se encuentran en riesgo de calle.
Este espacio educativo se localiza en el Bulevar Fidel Velásquez, esquina Libramiento Norte sin número de la colonia 24 de Junio y representa una oportunidad para que los menores de entre 3 y 17 años puedan percibir alimentos, educación básica; pero lo más importante es que permanezcan alejados de malos hábitos que puedan llevarlos al camino de la delincuencia. En esta casa se preparan los menores de padres que cuentan con recursos limitados, que por sus labores no pueden brindar la atención que los niños en edad de desarrollo y preparación requieren.
Yadira Malpica Prado, directora de la casa que depende directamente del DIF, dio a conocer que las clases se imparten de lunes a viernes, en un horario de 9 a 3 de la tarde, de manera simultánea les ofrecen talleres.
Carpintería, música, manualidades, apoyo escolar y kínder “el apoyo es para menores de 3 a 17 años y 11 meses, hasta antes de la mayoría de edad, con el objetivo de preparar a los niños, para evitar que en el futuro se vayan del lado de la delincuencia”.
El DIF apoya con la alimentación diaria de estos pequeños que cada día acuden gustosos a recibir, sus clases, a cantar, bailar, tocar la guitarra y las actividades propias para un desarrollo sano, que en este caso no se ven limitados gracias a la casa taller.
“Son niños que tienen muchas carencias, pero se merecen la misma oportunidad que cualquiera, como a cualquiera de su edad, desempeñan estas actividades con naturalidad e incluso talento, por ejemplo con los instrumentos musicales”, agregó la directora.
Para los talleres se requieren diferentes materiales, que también son cubiertos por la autoridad del DIF, sin embargo están abiertos a donativos para continuar con los trabajos diarios de los talles así como escolares.
“Las personas que deseen pueden hacer un donativo en especie, no se requiere en efectivo ya que todo es para los pequeños, ropa de niño, niña, libros, resistol, cosas para manualidades no importa que estén usadas pero sí en buen estado”, indicó.
Para las clases de música también invitó a los ciudadanos para donar “una guitarra, flauta, que tenga por ahí todo es bien recibido, todo en especie, algunos alimentos en grano como frijol y arroz.
La mayoría de los 93 niños tiene únicamente un padre, por ello la importancia del funcionamiento, así como las actividades académicas y lúdicas que se imparten en las aulas del taller, que atiende a uno de los sectores más vulnerables del estado.
“Es una función importante la que se realiza, como sabemos es común que los menores en estas condiciones muchas veces terminen en las calles en trabajos, en cruceros y en casos más lamentables en el camino de la delincuencia o explotación. El objetivo es que no vayan por ese lado”, precisó.
Las facilidades brindadas por la Casa Taller evita que por lo menos estos 93 menores se involucren en actividades que observan en su entorno ya que son de colonias con alto grado de marginación y violencia.
La directora precisó que estos donativos que realice la población servirán para la preparación de los alumnos “es cierto que a los pequeños les hace falta mucho amor, y como sabemos es una gran satisfacción ayudar y más a ellos que están en una etapa que definirá su futuro”.