Chofer muere de un infarto mientras manejaba transporte

En la carretera que une a Ocosingo con Nazareth ocurrió un accidente que en cuestión de minutos se convirtió en una tragedia.

Noé “N” iba al volante de su camioneta Nissan Frontier de color blanco. Transportaba a un grupo de pasajeros por la vía que conecta los pequeños poblados de la región.

Era un viaje más, uno de los tantos que había realizado a lo largo de su vida, pero a la altura de la localidad de Virginia, cuando el reloj marcaba un poco después de las 07:00 horas, la unidad comenzó a descontrolarse lentamente hacia un lado.

Lo que para algunos de los pasajeros al principio parecía una maniobra insignificante, pronto se transformó en motivo de preocupación. La camioneta abandonó la carretera hasta caer en un canal al costado del camino.

Entre los habitantes de Virginia, el desconcierto y la sorpresa se mezclaron con la urgente necesidad de ayudar. En cuestión de minutos, hombres y mujeres corrieron tratando de ofrecer auxilio a los heridos.

Noé “N” yacía inconsciente sobre el volante. Algunos intentaron despertarlo, sin embargo, pronto se dieron cuenta de que la situación era grave.

Un infarto fulminante le había arrebatado la vida en cuestión de segundos. En un principio se pensó que el accidente había sido por una falla mecánica.

Mientras tanto, uno de los pasajeros que había resultado lesionado fue sacado con cuidado de la unidad. Su rostro reflejaba el dolor, pero estaba consciente. Los lugareños, sin esperar a las autoridades, ya habían solicitado la intervención de los servicios de emergencia.

Los socorristas no tardaron en llegar. Al evaluar la situación, confirmaron el deceso de Noé; posteriormente procedieron a atender al pasajero.

Más tarde, un grupo de habitantes por el método de usos y costumbres decidieron tomar el control de la situación e impidieron la intervención de las autoridades, afirmando que ellos se encargarían del cuerpo.

Así, el cadáver de Noé fue entregado a la comunidad en lo que sus familiares se presentaban a reclamarlo y darle sepultura.