El reloj marcaba las 09:10 horas del viernes, cuando un incidente violento alteró la rutina de la capital Tuxtla Gutiérrez en el bulevar Ángel Albino Corzo, a un costado de la plaza Polifórum.
Dos oficiales de Tránsito y Vialidad Municipal, en cumplimiento de su deber, decidieron multar a un colectivero que de manera imprudente había descendido a los pasajeros en doble fila.
Lo que parecía ser una infracción más en el caos cotidiano del tráfico capitalino, se convirtió en un inesperado hecho lamentable.
Según relataron testigos, el chofer enfurecido por la multa que le imponían, tomó una decisión drástica: embestir a los agentes con su vehículo. En un arrebato de ira, aceleró su unidad contra los policías, quienes no tuvieron tiempo de reaccionar ante el impacto.
Las personas que presenciaron esto, atónitas, vieron cómo los cuerpos de los oficiales fueron aventados al pavimento, mientras el agresor intentaba evadir la justicia.
La ciudadanía actuó con rapidez, deteniendo al colectivero antes de que escapara. A través de los números de emergencias, el incidente fue reportado, movilizando a más autoridades de Tránsito Municipal y de la Policía Estatal, quienes llegaron en cuestión de minutos.
El chofer fue arrestado y llevado a las instancias correspondientes, mientras los paramédicos de la Cruz Roja Mexicana se apresuraban a atender a los heridos.
Uno de los policías presentaba signos de una posible fractura en la columna vertebral, mientras que el otro exhibía múltiples lesiones en las extremidades.
Ambos fueron estabilizados en el lugar, pero la urgencia de la situación obligó a su inmediato traslado a un hospital cercano, donde recibirían atención médica especializada.
El sitio se llenó de patrullas y curiosos, observando cómo la grúa retiraba el vehículo responsable del atropello. El colectivero, que en un momento de furia cambió su destino, ahora enfrentaba las consecuencias de su acción, mientras las autoridades iniciaban las investigaciones para esclarecer los hechos y proceder legalmente.