Un descenso escalofriante fue el que vivió el conductor de un camión que iba cargado a su máxima capacidad de material pétreo, el cual se quedó sin frenos en las curvas de El Chimborazo; logró sobrevivir pero es hospitalizado.
Un segundos recorrió en su mente su vida como una película, desde su infancia a la edad actual mientras la unidad avanzaba sin control, hasta le dio tiempo de acordarse de su familia y que el desenlace fue fortuito, pues lo volverá a contar.
Esto fue sobre la carretera federal Palenque-Ocosingo, donde el sujeto al ver que alcanzaba una larga fila de vehículos que se desplazaban lentamente delante de él, prefirió sacar el pesado vehículo de la vía y al hacerlo alcanzó a golpear un automóvil, pero sin mayores afectaciones.
La “mole de acero” terminó al fondo de un barranco y volcada sobre su costado derecho, mientras que el chofer fue auxiliado por automovilistas y lo llevaron a la superficie mientras se notificaba al 911 la emergencia.
Al lugar se movilizaron elementos de distintas corporaciones policiacas, así como paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, que atendieron al chofer que presentaba golpes contusos y lesiones que requirieron hospitalización.
Por último, los uniformados procedieron a hacer lo conducente para deslindar responsabilidades.