Sin familia y enfermo, pide la solidaridad ciudadana

Gustavo Espinosa, originario de Cacahotán, dedicó su vida a ser chofer desde 1975 en Tuxtla Gutiérrez. Hace 15 años fue diagnosticado con diabetes, un padecimiento crónico degenerativo que ha complicado su salud y disminuido sus posibilidades de empleo, pues tras ser dializado los “patrones de los taxis y colectivos” le advirtieron que no lo podían seguir contratando.

“Trabajé como chofer en camiones, taxis y varias rutas de colectivos de la ciudad, pero actualmente ya no me dan empleo”, relata con preocupación.

Esta enfermedad crónica ha deteriorado su salud y ello genera alerta a los propietarios del transporte público que podrían darle empleo, pues se atemorizan puesto que le advierten a Gustavo que podría fallecer de forma repentina a bordo de alguna unidad, de tal manera que le niegan cualquier posibilidad.

Es un hombre solitario, ya que nunca se casó, de tal manera que no tiene quien le apoye con los gastos de medicinas. A sus 56 años y sin empleo, optó por pedir apoyo de casa en casa, por lo que todos los días recorre colonias de la periferia de la ciudad como: Vida Mejor, Satélite y algunas más del municipio vecino de Chiapa de Corzo, como El Refugio, Ruiz Ferro y El Pedregal.

Desde las 8:00 o 9:00 horas, Gustavo va de casa en casa acercándose a las personas para pedir ayuda económica, pues a consecuencia de la enfermedad debe recibir hemodiálisis cada tercer día de la semana.

Este tratamiento tiene un costo superior a los mil pesos; las sesiones las recibe los días lunes, miércoles y viernes, lo que significa una inversión de más de 12 mil pesos mensuales a los que hay que sumar dos mil 500 pesos en promedio para la compra de las medicinas y gastos de alimentación.

Su situación lo obligó a buscar refugio en el Albergue “Dora León”, ubicado en la 1ª avenida Sur y la 3ª calle Oriente del barrio de San Francisco de esta ciudad, aunque es un lugar para mujeres embarazadas fue recibido.

“Con la pandemia la gente nos dejó de apoyar, aunque cuento con la ayuda de algunas personas que me completan los pagos de la hemodiálisis desde hace más de un año”, asegura con la voz entrecortada.

En ocasiones Gustavo junta unos 500 o 600 pesos, pero este jueves uno de los dedos del pie de Gustavo fue amputado, a consecuencia de su enfermedad, lo que complica su movilidad para pedir ayuda e incluso no ha podido surtirse de los medicamentos que requiere tras la cirugía.

Finalmente, sin trabajo y un techo estable, Gustavo sólo recibe ayuda de personas que lo conocieron a lo largo de su vida, o que por su situación se han ido solidarizando y lo apoyan, sin embargo, la necesidad económica por la que atraviesa es grande y requiere la solidaridad de más personas para lograr su tratamiento, por lo que pone a disposición el número telefónico: 9616551086 y la tarjeta de “Saldazo” número 4766 8413 9752 4698.

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Puedes realizar donativos a la tarjeta de “Saldazo” número 4766 8413 9752 4698

Celular: 9616551086